El objetivo del ajuste quiropráctico es el de restablecer la integridad de la fluidez del sistema nervioso. Esto ocurre al reducir la subluxación, dando lugar a una mayor capacidad de movimiento, reducción de la irritación de un nervio, reducción de la contractura muscular, reducción del dolor y mejora de la funcionalidad.
El ajuste quiropráctico es un impulso rápido aplicado a una vértebra con el propósito de corregir su posición y movimiento y así estimular las conexiones neurológicas a través de los mecano-receptores en la cápsula articular. Al incrementar la frecuencia de estimulación de estas neuronas, se consiguen cambios a nivel sistémico, creando un mejor funcionamiento de todo el cuerpo en general.
Los ajustes van acompañados algunas veces de un ruido, como un crujido, que no siempre se manifiesta y meramente se debe a un cambio de presión de gases en la cápsula articular.
La finalidad primordial de recibir ajustes es el restablecimiento del cuerpo a su estado natural de salud óptima. Como el cuerpo tiene una capacidad asombrosa de curarse a sí mismo, y de mantener su propia salud, el enfoque principal es simplemente el de eliminar aquello que interfiere en su funcionamiento.