La antigua tradición japonesa de cultivar bonsais es fascinante. Los bonsais son meramente matas normales, que han sido sometidos reiteradamente a fuerzas externas, en una dirección específica durante mucho tiempo, para crear una forma que nunca podría ser encontrada en la naturaleza. Dependiendo de los patrones de fuerzas externas a las que haya sido sometido durante su crecimiento, puede terminar siendo una versión en miniatura de un árbol normal, o puede terminar siendo una trenza de ramas entrecruzadas. Del mismo modo, cuando la columna vertebral se encuentra sometida a distintas fuerzas externas, (una mochila llena de libros, llevar el bolso en el mismo hombro durante décadas, horas en el ordenador con ergonomía pobre sometidos a la constante fuerza de la gravedad, etc.), así como el bonsai, toma una forma no creada por la naturaleza.
Para la mayoría de la gente, “buena postura” simplemente significa, sentarse y estar de pié erecto. Unos pocos, se dan cuenta de la importancia de la postura, en la salud y funcionamiento. El cuerpo humano ansía alineación. Cuando la columna vertebral se encuentra alineada, los huesos, no los músculos, soportan nuestro peso, reduciendo el esfuerzo. El gran beneficio de una postura correcta, es que cuerpo se encuentra más saludable, con más energía, y se mueve con ligereza.
Sin una buena postura, el potencial atlético puede quedar limitado. Así mismo, la columna vertebral puede dañarse cada vez que se hace deporte. Del mismo modo que cuando un clavo está doblado, no es muy productivo seguir dando martillazos. En una postura ideal, los huesos se amontonan uno encima del otro, la cabeza se sitúa directamente sobre la columna, la cuál se sitúa directamente sobre la pelvis y la cuál se sitúa directamente sobre las piernas y pies. Por el contrario, si se pasa horas sentado en una silla, encorvado hacia delante, o se apoya el peso más en una pierna que en la otra, la musculatura del cuello y espalda, tienen que soportar el peso de la cabeza y el cuerpo, en lugar de ser soportado por la columna.
Una mala postura, altera la alineación de huesos, tensa músculos de manera crónica, y contribuye a una variedad de condiciones, como pérdida de capacidad vital pulmonar, aumento de fatiga, reducción de perfusión sanguínea y oxígeno al cerebro, rango de movimiento limitado, rigidez en las articulaciones, síndromes de dolor, disminución de la atención mental, disminución de la productividad en el trabajo, etc. Haciendo referencia al receptor del premio Nobel, Doctor Roger Sperry, “Cuanto más mecánicamente distorsionada está una persona, menos energía está disponible para pensar, metabolizar, y sanar”.
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